LA VIDA ES ESCALAR. EL RESTO ES LO QUE NOS PASA ENTRE VÍA Y VÍA

viernes, 28 de noviembre de 2014

EQUIPAR: ¿ELECCIÓN U OBLIGACIÓN?. SÉPTIMO CAPÍTULO

Hace mucho tiempo que su cuerpo hercúleo se convirtió en una masa informe de tejido graso; que sus pectorales otrora como esculpidos en mármol se tornaron dos tetitas lacias cual pimientos fritos; que de aquellos triunfos en roca que antaño se contasen por unidades (y muy espaciadas en el tiempo), no quedara nada. Apenas el patético relato que repite a todo el que le invite a un plato de huevos fritos en la barra de cualquier tasca de mala muerte.
Así era antes, más o menos. El pizarrín está a escala 1:1


Así estaba este verano, cuando todavía le quedaba dignidad. Ahora está peor


A pesar de que con la crisis nos retiraron la ayuda por aguantarlo, seguimos haciéndolo. ¿El motivo?, quién sabe...quizás por lo que nos reímos con él (y de él, yo me río sobre todo de él); quizás porque es una bellísima persona aunque le canten los gatos a cadáver añejo; quizás porque es capaz de contar grandes historias con una sola de sus fotos; quizás porque se juega la vida por salvar lo que es de todos, o simplemente porque es un buen Amigo...de los que se escriben con mayúsculas.

Da igual el motivo. El caso es que seguimos aceptándolo aunque escale como el culo y a veces en el campo nos de vergüenza decir que viene con nosotros.

Aunque ya ha aparecido varias veces en este blog, para preservar su anonimato emplearemos como solemos hacer un pseudónimo. Le llamaremos, por ejemplo, Gordito.

Pues bien, no hace mucho, Gordito sufrió un accidente escalando, en el que la peor parte se la llevó la aseguradora. Parece ser que el equipador no limpió la vía a conciencia y no reforzó ni tiró una gran piedra que fue la que al final provocó este accidente.

Aquí va el relato de lo que ocurrió, como siempre de primera mano:

Accidente en Benaocaz (Cádiz)

Fecha: 15/09/2014.
Lugar: Sector Aguas Nuevas. Ruta de reciente apertura llamada “Cicatriz”.
Edad escalador: 43.
Tiempo de práctica escalador: 21 años aproximadamente.
Edad asegurador: 36
Tiempo de práctica asegurador: 13 años aproximadamente.

Descripción de los hechos: a finales de Agosto nos enteramos de que habían equipado vías nuevas de deportiva en la escuela antigua de escalada de “Aguas nuevas” Benaocaz (Cádiz).

Debido a que es la modalidad que más me interesa como escalador (hacer vías a vista), en cuanto encontramos hueco fuimos a probar alguna de estas rutas. Tras realizar una vía antigua para calentar, veo una ruta interesante que discurre por una placa desplomada, con una sección de fisura en todo su recorrido medio, para terminar en otra placa desplomada, esta última sin fisura alguna. Desconozco el grado pero parece factible. Semanas más tarde me entero de que el grado propuesto es 7b duro y que el nombre es “Cicatriz”.

Normalmente no usamos casco, pero debido a que la ruta es nueva y que las últimas vías equipadas por la zona que había probado soltaban piedras pequeñas o algún que otro canto suelto, le comunico a la aseguradora que se ponga mi casco. En principio no le parece necesario pero tras trasladarle mi apreciación de piedras sueltas o débiles en las vías de nueva apertura que había probado por la zona accede a ponérselo por precaución.

La vía comienza subiendo a una pequeña repisa desde la que se accede a la placa desplomada. El primer seguro lo tiene a la derecha de un diedro (unos 3m de altura aprox) algo sucio pero sin dificultad. El segundo seguro lo tiene a la derecha de una higuera de un solo fuste (2m aprox por encima del anterior) que sale del diedro y que hay que sortear. A partir de aquí, si sigues por el diedro parece que te saldrías de la ruta, ya que el asegurador sigue una línea vertical que hace pensar que el paso es directo y no por la derecha. Tras subir y bajar un poco decido afrontar el paso verticalmente, para lo que debo salirme del diedro y hacer una pequeña travesía a la izquierda, para llegar a lo que parece una prominencia de la pared con magnesio en su parte superior. Una vez llego a la parte superior de la prominencia, me encuentro sujeto por un canto plano pero bueno de mi mano izquierda y una pequeña regleta en mi mano derecha, los pies en adherencias algo sucias… desde aquí coso el siguiente seguro ( a unos 7m. aprox del suelo) utilizando el canto de mi mano izquierda como sujeción principal.

Para el siguiente movimiento tengo que traccionar una vez más del canto plano de mi mano izquierda. Coloco ambos pies por debajo del canto de tracción a modo de bavaresa ya que debo traccionar mucho para llegar a una regleta que está bastante alta a la derecha. 

A mitad de tracción, noto que la pared se viene: todo el promontorio donde tenía apoyados pies y mano izquierda se viene a la vez. Noto el vacío y grito "¡¡piedra!!" a la vez que dirijo mi mirada para abajo.

La piedra es muy grande. Tiene forma elíptica y mide algo más de 1 metro de longitud, unos 40 cm en su parte más ancha y unos 30 cm de espesor… Intento seguir la trayectoria pero el latigazo de la cuerda al tensarse me hace perder la visión de los últimos metros de caída de la misma. 

Mi compañera comienza a gritar quejándose de la pierna derecha. A mí me sorprende un corte profundo que tiene en su brazo izquierdo, del que parece desconocer su existencia. Unos compañeros que estaban escalando cerca vieron la caída de la piedra al completo y nos confirman que la piedra impacto en la repisa y pasó muy cerca o incluso golpeó a la aseguradora. Esta defiende que notó la piedra pero no sabe dónde. Seguramente golpease su brazo y de ahí el corte.

Nosotros aseguramos de forma dinámica, por lo que nos colocamos algo separados de la pared una vez hemos cosido el segundo seguro. Pienso que este hecho fue el que hizo que el accidente no se convirtiese en una fatalidad, ya que en este caso excepcional, nada habría imposibilitado un accidente muchísimo más grave o fatal si la piedra hubiera alcanzado directamente a la aseguradora.

La aseguradora impactó contra la pared  por el tirón que ejercieron mi persona y la piedra, ya que a mi peso se sumó el de la gran piedra durante los primeros instantes de caída. De ahí que la tensión sobre la cuerda fuera mucho más fuerte de lo habitual. A esto le sumamos los únicos 3 seguros puestos que friccionaron poco.
  
Posibles causas: falta de rigor en la limpieza exhaustiva de la ruta por parte del equipador. Esto es clave e imprescindible. El equipador conocía el estado de esa piedra y por lo que se ve tenía previsto reforzarlo pero nunca llegó a hacerlo.

Llevo más de 20 años escalando y lo sucedido fue una sorpresa para nosotros. La pared parecía compacta pero tal vez debería haber actuado con más precaución. Debemos asumir parte de responsabilidad. Nadie nos obliga a escalar y la última elección es siempre nuestra especialmente ante las rutas de nueva apertura.
                       
Consecuencias: unicamente sobre la aseguradora. 
-Rotura vertical de la rótula (pierna derecha).
-Doble fractura de cadera (pierna derecha). Una de las mismas secciona el hueso cotilo (donde se inserta la cabeza del fémur) de lado a lado.
-Tres cortes profundos en brazo izquierdo y pierna derecha (todos con suturas).
-Tres meses de inmovilización de pierna derecha, posterior evaluación y subsiguiente rehabilitación en caso de no necesitar operación alguna.

Cómo evitar esto: maximizando el criterio de la seguridad durante la apertura de nuevas líneas por parte del equipador.
-En caso de no haber concluido la ruta aún, señalizándolo de alguna manera hasta su segura y fiable escalada por parte de cualquier escalador. O dejando sin equipar las chapas más cercanas al suelo para imposibilitar el acceso a la misma.
-Ir completamente equipados con el EPI propio de la escalada.
-Precaución por parte del escalador y asegurador siempre que se realice una vía por primera vez, sea del grado que sea y más si no se sabe la antigüedad o fiabilidad de la ruta por conocimiento de anteriores repeticiones.


Siempre he pensado que equipar implica mucha responsabilidad. Creo firmemente que no es algo que tenga que hacer todo el mundo ni mucho menos. De hecho, creo que hay gente que mejor que no hubiese cogido un taladro en su vida. Pero esto funciona así: cualquiera puede hacerlo.



Incluso yo...así nos va

He llegado a escucharle a un "equipador" que bastante tiene él con gastarse el dinero en material y en gasolina como para ponerse a limpiar las vías. También he escuchado quejarse a un equipador que tal escalador ya podría coger el taladro alguna vez y equipar algo, que lleva 20 años escalando a costa de los demás, bla, bla, bla...

Pienso que equipar es una elección, no una obligación. Pero esa elección implica ciertas obligaciones. O al menos, cierta responsabilidad para con los demás.

Es verdad que siempre se puede partir algún canto aunque se limpie a conciencia una vía (ocurre incluso en vías muy repetidas), pero una piedra de semejante calibre, si la ves inestable, no la puedes dejar ahí: o la pegas, o la tiras.

Por la dejadez, el egoísmo o simplemente la inconsciencia de algunos, otros se ven en una silla de ruedas durante tres meses. En fin...

Afortunadamente la aseguradora se recupera poco a poco de las heridas y lesiones que sufrió en el accidente, sobre todo gracias a los cuidados de Gordito. Que debajo de toda esa grasa tiene su corazoncito, petado de colesterol, pero corazoncito al fin y al cabo. 

Porque, cosas de la vida, hasta un Melón puede encontrar su Media Naranja. Y en este caso, el Melón está cuidando de su Media Naranja como si fuera una Princesa. Y seguro que dentro de muy poco, están otra vez escalando, montando en bici o pateando por el campo juntos. 

martes, 4 de noviembre de 2014

SEXTO CAPÍTULO


Cara de que estás a punto de morir y recuerdas lo que has vivido, o de que te acaban de decotar tu vía más dura

"Yo...he visto cosas que vosotros no creeríais: mi nave en llamas al estrellarse cuando intentaba abducir al Gordito y no pudo con su peso. He visto magnesio que brilla en la oscuridad como los Rayos C y se puede escalar de noche. He visto sectores enteros de escalada limpios como una patena: sin colillas, sin mierda de perro ni de humanos, sin basura...bueno, en verdad eso no lo he visto pero me hubiera gustado. He visto al Betis ganar 6 Champions League. He visto abrir dos tiendas de chinos cerca de la Puerta de Tannhäuser, con lo caros que son los alquileres en esa galaxia...putos chinos.
Todos esos momentos se perderían...en el tiempo...como lágrimas en la lluvia, de no ser porque tenemos Feisbus, Tuiter, Tuenti, Istagran, Güasap, Yutú, y el blog Psicópatas Itinerantes para que eso no pase. Así que...es hora de...escribir".

No estaba muerto, ni estaba de parranda. Tampoco estaba tomando cañas, lerelelele. Por motivos ajenos a esta empresa, hemos tenido un pequeño periodo de escasez  publicatoria. 

Este parón se ha debido al poco sentido del humor y a la poca paciencia que muestran algunos agentes de tráfico de la Meretérica, que en cuanto te paran borracho y sin papeles a las tantas de la madrugada se ponen de una mala leche que no veas. Y a pesar de las risas que nos echamos los del coche, a ellos no les hizo ninguna gracia que saliéramos por patas y derrapando mientras gritábamos: "Como la Espe, como la Espe!!!". 
Bueno, y por llevarnos por delante el Patrol y al compañero en la bromilla no veas cómo se pusieron...
Entre esto y que no tenía ganas de escribir, pues eso, que se pasan los meses en blanco.

Una buena fianza y algunos meses después, aquí estamos de nuevo con otro accidente, para recordar que hay que estar alerta y no se puede bajar la guardia. Siempre atentos!!


Para conseguir una mirada de atención como esta, consulta a tu camello de cabecera. Él sabrá qué recetarte


En este caso, se trata de un accidente provocado por los que escalan, pero quizás por la imprudencia de los que están a pie de vía.


El Chorro. Fuente: Finca La Campana
Accidente en El Chorro

Fecha: 02/01/2013.
Lugar: El Chorro, sector Las Frontales.
Edad escalador: 43 años.
Tiempo de práctica escalador: 23 años.
Edad asegurador: 42 años.
Tiempo de práctica asegurador: 20 años.

Descripción de los hechos: era al final del día. Después de haber realizado ya la vía "Apocalipsis" y viendo que aún teníamos tiempo, decidimos hacer la vía "Ébola". Como quedaban pocas horas de luz (unas 2 o 3), decidimos empalmar largos y hacerla de forma rápida; Gumersindo (nombre ficticio) montó la primera reunión en R-2, y yo de segundo salí disparado hacia arriba, sin echar demasiada cuenta a las dos chicas que merodeaban por el pie de vía (he de decir que ambas llevaban casco). 
Al ser una vía muy repetida y supuestamente ya limpia, no presté demasiada atención a la solidez de los cantos. Casi llegando a R-1 agarré un canto del tamaño de la cabeza de un crío y lo arranqué. Grité: PIEDRAAA!!!! El canto pasó a escaso centímetros de la cabeza de una de las chicas. La piedra no le dio, pero al impactar con el suelo y romperse en mil pedazos, una pequeña laja le golpeó en el labio y le causó una herida interna que sangraba abundantemente.

Posibles causas: no estar atento a la solidez de los cantos. Andar despreocupadamente por debajo de una vía larga, susceptible no sólo de caída de piedras sino también de mosquetones u otros objetos procedente de los escaladores que ya se encuentran en pared por encima nuestra.

Consecuencias: leves. Herida interna en el labio con abundante sangrado.


Cómo evitar esto: no andar debajo de vías de largos si ya hay alguna cordada en ellas. No agarrar de forma precipitada y con excesiva fuerza los cantos en zonas con posible inestabilidad de cantos.

En esa vía en concreto (Ébola) he llegado a ver hasta tres cordadas a la vez en pared, así que no sólo debemos tener cuidado mientras esperamos a pie de vía, sino también cuando estemos escalando. Además, el viento o las cabras pueden hacer que caigan piedras.

Resumiendo: ojo con lo que cae de arriba (el casco ayuda en esos casos), y no os paréis en los controles de alcoholemia si estáis muy borrachos. Y si os paráis, no os riáis mucho que eso les inrrita, y mucho menos hagáis la bromita de la Esperanza Aguirre (te partes de risa pero no cuela y empeora las cosas).
Ya si sois muy, muy responsables, os volvéis en taxi o incluso en un caso extremo, no bebáis. Pero eso sólo en casos extremos.
Hasta la próxima!!

viernes, 6 de junio de 2014

FLASH NEWS

ADAM ONDRA DEJA LA ESCALADA
Adam Ondra abandona el deporte que tantas satisfacciones le ha dado para convertirse en doblador de películas porno. El joven checo afirma que: "me pagan mucho más, no me canso tanto, y encima veo tetas gratis. Y esta cara no me da para ver muchas. No hay color". 
Rocco Siffredi nos cuenta que: "desde que lo vi escalando, no quiero a otro que me doble". 
Adam practicando uno de sus famosos gritos, pensando ya en su debut como actor de doblaje
Actrices de la talla de Jynx Maze y Lola Foxx aseguran que: "es oírlo gritar y ponerse a dar palmas" y "mientras nos maquillan nos ponen sus vídeos y tienen que pasar el mocho o salimos en canoa".



LA TERRIBLE INFANCIA DE kILIAN JORNET
Kilian Jornet sorprende al mundo con sus respuestas en esta sincera entrevista realizada por nuestro corresponsal. El ultrafondista desnuda su alma y su cuerpo y nos recibe en bolas en su casa.

-¿Por qué empezaste a correr?. ¿De dónde te viene la afición?
-Empecé a correr por una cuestión de supervivencia. En el cole estaba en la misma clase que Manolito y siempre nos intentaba quitar la merienda. No veas cómo se movía el gordo cuando arrastraba hambre, el ioputa.
Kilian se viene abajo como las Derbis cuando recuerda su etapa escolar acosado por Manolito
-Y seguiste corriendo cuando terminaste el colegio, ¿no?.
-Como dice el refrán "el correr y el rascar todo es empezar"
-Eso es el comer, Kilian. 
-¡Hostia, primera noticia!
-¿Quién es tu idolo?.
-Forrest Gump.


URUGUAY AL BORDE DEL COLAPSO 
El Gobierno Uruguayo desbordado ante la oleada de peticiones de nacionalidad por parte de escaladores de todo el mundo, tras la legalización de la marihuana en ese país. Grandes figuras de este deporte se lanzan a por la doble nacionalidad, la nacionalidad simple o lo que sea pero que les dejen quedarse allí. Preguntamos a Chris Sharma su opinión: "Omeeeeee, tú sabeeeee, no, men?, es queeeeee...¿que me has preguntao?, que me sa ido el santo al cielo". 
Chris Sharma, intentando recordar la fuking question que le acaban de hacer
Según un portavoz del Gobierno, las preguntas más habituales de los interesados están siendo: "¿Me puedo llevar al perro?¿La flauta es legal en ese país?, ¿eso queda por África, no?
Parece ser que las advertencias de los funcionarios de que en Uruguay no hay ni una sola vía equipada y que no van a escalar una mierda, no están surtiendo efecto a la hora de frenar la avalancha.


SANDRO REY ON THE ROCKS
El vidente le ha cogido el gustillo al deporte de riesgo y después de dar panzazos en el agua y dejar la piscina llena pelos, amenaza con probar la escalada. 
Se ha abierto un intenso debate en la comunidad escaladora sobre si siendo adivino, encadenaría a vista o al flash.
De momento, gana el a vista porque no acierta un mojón. "Yo le llamé para preguntarle si me casaría con Daila y me dijo que sí. Y que encadenaría La Rambla. Y mira cómo estoy...si lo cojo lo mato", nos comenta un escalador que prefiere no dar su nombre.

"Maricarmen, el monodedo es con derecha, ¿verdad?. No, espera, con izquierda. No espera, no es un monodedo. Es un bidedo. Maricarmen, ¿dónde tienes metidos los dedos, cochina?"

Se están recogiendo firmas para prohibirle la entrada a cualquier escuela de España: #Sign the petichion: Borbones and Sandro Rey out of Spain.


FLASHAPP
Nueva App de Apple. La marca de la manzana a medio comer, anuncia el próximo lanzamiento de una aplicación que te irá flasheando las vías en tiempo real. Un dispositivo conectado a las pelotas dará descargas de 2000 voltios si te equivocas de presa.

El desarrollador de la aplicación nos cuenta que: "estamos teniendo problemas para terminar la versión definitiva", ya que al parecer "los voluntarios que lo están probando sólo nos aguantan un pegue. Algunos dos como mucho y porque son unos viciosos". 
En cuanto a la versión femenina de la aplicación, entre lágrimas nos confiesa que: "paso de terminarla. Diseñé un prototipo y mi novia se ofreció a probarlo. No pasó de la primera chapa. Pero es que se equivocaba de presa queriendo. Una hora se pegó ahí. Me ha dejado por el iPhone". No quiso contestarnos a la pregunta de dónde le daba las descargas a su novia...


BREVES
  • Los recortes llegan a la escalada. El gobierno anuncia un plan de choque en el que la principal medida será la decotación de medio grado en todas las vías de España. Un grado en las escuelas low cost o con grados de oferta. La Asociación de Adictos al 8.nu asegura que eso es incostitucional y que así no le salen las cuentas.
  • El vaticano arremete contra los moñas. El Papa Francisco anuncia que se excomulgará a los que se agarren a las cintas o a las reuniones. El uso de la pértiga todavía se está estudiando. Los alargues, de momento, se libran de la quema.
  • Unos bañistas encuentran en una playa de Nerja el cuerpo tumbado boca abajo de un homínido sin catalogar, aunque a simple vista, podría tratarse del eslabón perdido. Al intentar darle la vuelta se puso a gritar: "zortarme cabrone, zortarme. Que ya no ze pué uno eshá una ziehta tranquilo en la playa". El homínido al parecer, se fue con su toalla a tomarse un tinto con casera a una tasca del paseo marítimo. "Pa quitarme er sofocón, cohone".

miércoles, 28 de mayo de 2014

EL CAMINO

"Ojos nuevos con mirada casi a estrenar, pensados para ver la vida de otra manera y no simplemente para verlas venir. Habría que resetear este mundo y empezar de cero. Por los que aún miran así".

Los que nos preceden nos muestran el camino. A veces conscientemente y a veces sin darse cuenta de ello. Nos influyen con sus actos, con sus ideas, con su falta de criterio a la hora de graduar vías, con sus metas o sus logros, con su afición por el toperope...

Wolfgang Güllich, Lynn Hill, Dani Andrada, Chris Sharma, Adam Ondra, Jacinto Durán, Sexi Shannon (antes Gustavo), el Profesor Nightmare, el Enano Gordo y Gruñón. Escaladores que me han marcado por alguna razón. O por varias... y no todas buenas.

Una imagen, una vía, una manera de entrenar, de ver y entender la vida, de afrontar los retos; una forma de comer huevos fritos que no es de este mundo, o de cantar un tema de Pitingo en el coche de vuelta a casa y que suene igual que 100 ratas rabiosas regadas con aceite hirviendo. O un egoísmo patológico y una cara más dura que el Sika cuando se te seca en la lata porque la has dejado mal cerrada. Lo que resulta una putada, por cierto.

Así es la vida. Construimos nuestra personalidad asimilando parte de la de otros y añadiendo elementos de nuestra propia cosecha. Mezclándolo con experiencias de todo tipo, algo de tiempo y mucho alcohol de chavalito, se obtiene, sin ir más lejos, el resultado tan triste que en estos momentos escribe este sinsentido.

Por eso, me preocupa mucho ser yo el modelo. Ser yo el referente de alguien con su disco duro nuevecito, que absorbe como una esponja el más mínimo detalle de mi comportamiento... me da un poco de miedo. Demasiada responsabilidad para un irresponsable empedernido. Me hace pensar muy a menudo en qué le puedo enseñar, cómo le puedo preparar para lo que se le viene encima... y de momento, no se me ocurre nada. 

Como gustarme, me gustaría que llegue a ser una buena persona. Y educada. Incluso cuando esté borracho (que lo estará). Que lo cortés no quita lo valiente, y con la papa también se pueden dar las buenas noches cuando, cosas de la vida, estés meando en un portal y entre un vecino. Uno puede ser un bandarra, pero educao.

Y ya puestos a elegir, elijo que le guste escalar. Y que le guste mucho, mucho, como a mí. De nivel Friki Interestelar. De los que escuchan en el telediario: "Escalada de violencia en la frontera de Chiquitistán" y ya le sudan las manos.

De los que devoran toneladas de vídeos de escalada (incluso de bloque); de los que leen libros de montaña o de entrenamiento (incluso sin dibujos); de los que intentan entrenar planificado y no lo consiguen nunca; de los que tienen proyectos que le absorben de manera casi enfermiza; de los que no hacen clecas y si las hacen las borran; de los que si tienen que cagar en el campo, no lo hacen a pie de vía, entierran su caca y además se llevan el papel; de los que si fuman, no tiran las colillas al suelo o mucho peor, las meten en los agujeritos de la pared; de los que si tienen perro, lo tienen bien educado. Y si no lo tienen educado y el perro no deja de molestar, de mearse en las mochilas de la gente o de comerse la comida de los demás, piden perdón y lo atan; de los que intentan no gritar en el campo para no molestar a nada ni a nadie; de los que respetan las prohibiciones o regulaciones que afecten a una escuela; de los que se vuelven a casa con más basura de la que llevó; de los que son honestos consigo mismos y saben diferenciar un "a vista", de un "al flash"; de los que piensan que sólo Papá puede agarrarse a las cintas o a la cadena y apuntarse la vía de todos modos porque Papá es el mejor. Y que si lo hacen los demás es que son unos moñas...

Pero sobre todo, me gustaría que fuera de los que se divierten escalando. De los que piensan (de verdad) que el grado no deja de ser un aliciente más, pero no el objetivo final. De los que intentan superarse a sí mismos, luchando contra sus debilidades para convertirlas en puntos fuertes. De los que siempre sacan algo positivo de un día de escalada, aunque se hayan arrastrado como culebras. De los que disfrutan cada momento que pasan en el campo, compartiendo pegues, risas y experiencias con los amigos. En definitiva, de los que aman este deporte. Eso sí que me gustaría.

Al final, parece que le puedo enseñar más cosas de las que pensaba...

Esto me pasa por ver Ghost y ponerme a escribir. Es que a mí el PatricK Swayze me pone de un sensiblón...

sábado, 3 de mayo de 2014

SUPERMANOLITO

Primero de una serie de relatos cortos, en los que resumiremos los aspectos más destacados de la vida de algunos de los mejores escaladores del mundo de ahora, de antes, y de mucho, mucho antes.
La siguiente historia está basada en hechos reales. Hemos cambiado el nombre del alemán Jan Hojer por el de Manolito para que nadie sepa de quién estamos hablando. Salvo eso, todo lo demás ocurrió poco más o menos como lo contamos.

"De chiquitito era un niño tímido, solitario e introvertido. Pero sobre todo, era gordo. En el barrio le llamaban Bolagrasa. Ya en la guardería se comía los bocadillos de pan de a kilo con zurrapa de lomo y morcilla de Burgos. En el cole se comía los desayunos de sus compañeros, y si se resistían y no los soltaban, también se comía a los compañeros.
Así fueron pasando sus primeros años, comiendo y comiendo. Creciendo a lo ancho más que a lo alto.

En la foto, Manolito en posición de cuescarse, aprovecha para comerse las hojas secas del suelo

Aquel día, justo después de cumplir los 18, cuando sus padres le dijeron que ahora volvían, que iban a sacar al perro a pasear, que siguiera viendo Master Cheff, tendría que haberse dado cuenta: no tenían perro. Hacía dos semanas que se lo había comido. El coche lleno de maletas también tendría que haberle hecho sospechar.

Nunca más volvió a ver a sus padres, que temerosos de seguir la misma suerte que el perro, huyeron para empezar una nueva vida, baja en calorías. Le dejaron la nevera y la despensa llenas y una generosa cuenta corriente. En la memoria del teléfono, los números de pizzerías, pastelerías, distribuidoras al por mayor de tocino ibérico...

Una tarde, mientras buscaba en internet algo de porno, se cruzó por casualidad con un vídeo de John Dunne escalando. Ese hecho le cambió la vida (lo de John Dunne, no el porno). Le hizo creer que él también podría hacerlo. Le abrió los ojos, que hasta entonces eran como dos puñalás en un cartón, y le dio a su vida un sentido: algún día cabría en un arnés de escalada.


Aquí el hombre éste intentando tumbar una cacho piedra: "Esto lo vuelco yo por mis cojones, Patxi". "Aupa, John".

A partir de ese día, se propuso perder peso y aprender a escalar. Sacando una fuerza de voluntad que no sabía que tenía porque era su madre la que guardaba las cosas, fue reduciendo paulatinamente los kilos de Big Macs diarios y las cajas de pasteles de crema. Al mismo tiempo, comenzó a hacer algo de ejercicio. Incluso se quitó la sonda e iba al servicio a mear andando. Veía todas las semanas La Báscula y se apuntó a Gorditos Sin Fronteras, una asociación en la que conoció a otros dos pilares de su transformación: Gustavo y Jacinto (también hemos cambiado sus nombres para que nadie sepa a quién nos referimos).

Ambos se convirtieron en sus nuevos padres, sus mentores, sus guías espirituales y le enseñaron todo lo que no hay que hacer si quieres ser un Máquina.

Manolito, siguió viendo vídeos de escalada y porno, que una cosa no quita la otra, y poco a poco fue perdiendo peso, hasta que en pocos años pero con gran esfuerzo, consiguió hacer esto que no sirve para nada pero que es de Máquina:

Manolito entrenando meñiques para hurgarse a gusto en las orejas y demás orificios corporales

Después de semejante hazaña, sólo quedaba una cosa que pudiese hacer para ser el mejor escalador del mundo: convertirse en Super Guerrero como Goku....¡Y VOLAR!
Con su tremenda fuerza de voluntad y cientos de cajas de Aerored, un día lo consiguió. Desde entonces, Manolito es una mala bestia del bloque, y gana compes a cascoporro".


Jajajajaja, ¡¡¡malditos gusanos!!!. Os someteré con mis poderes mentales, y si eso falla, me lío a trompazos y me quedo solo. ¡Tú, babosa!, ¿qué estás mirando?, ¿a que dejo de levitar y te meto?



















Así que ya sabéis, si deseáis algo mucho, mucho, mucho y os esforzáis realmente para conseguirlo, es muy probable que lo logréis!!. Y si no, pensad que el camino es un aprendizaje que nos hace crecer como personas, como escaladores y como buscadores de setas.
No dejéis de soñar, de perseguir vuestros sueños y de luchar por ellos como hizo Manolito. Para lo otro que estáis deseando, el Jes Extender no va mal.

PD: los dos padrinos de Manolito siguen en Gorditos Sin Fronteras intentando superar su sobrepeso. En la actualidad reciben ayuda psicológica, entrenan a escondidas por vergüenza y compiten en categorías alevines para ver si quedando entre los 10 primeros recuperan su autoestima.

lunes, 21 de abril de 2014

Another One Kenobi: "La Venganza de los Clavos"

Aquí llega el Mocito Feliz de la escalada!

Uno de los protagonistas del incidente, que en sus ratos libres se disfraza así y se va a la puerta de los juzgados a echar la mañana

O es gafe (que puede ser), o es un inconsciente y un imprudente (que no creo), o escala tanto, tanto, tanto, que es normal que le haya pasado casi de todo (que es lo más probable). Porque uno de los escaladores que aparece en este relato, es el protagonista de dos de las historias anteriores.

Al menos esta vez se ha esforzado por darle un toque didáctico-humorístico muy de agradecer. No es que sea un monólogo de Dani Rovira, pero sí te entra menos sueño al leerlo. El primer borrador que me mandó estaba entre la esquela y el telegrama. 

El caso es que esta historia está muy relacionada con lo que hablaba en un post anterior acerca de la resistencia de los anclajes y materiales de escalada. Sin más preámbulos, os dejo con el relato:

Incidente en Galayos

Fecha: mayo 2011 (más o menos).
Lugar: Galayos
Edad escalador: 41, 3? y 3?.
Tiempo de práctica escalador: 23 años.
Edad asegurador:
Tiempo de práctica asegurador:

Descripción de los hechos: el día empezó rrraro, rrraro, rrraro. Un miembro de la cordada decía haber tenido pesadillas y no se encontraba motivado. Revisamos las botellas de buen rioja consumidas la noche anterior (no fuera que hubiéramos exagerado los beneficios de la ingesta de esa bebida regeneradora) y miramos la fecha de caducidad de los espaguetis del día anterior (la comida caducada dicen que da alucinaciones). El caso es que como no vimos nada raro, y después del típico "tú estás chalao", allá que nos encaminamos los tres hacia la zona de la Aguja Negra.

Estábamos intentando la vía “Arañas Amarillas”, en la Aguja Negra cuando comenzó a llover. Como ya vamos teniendo una edad -la humedad es malísima para el reuma y los mocos colgando de la napia no son de la metrosexaulidad requerida para tres aguerridos y apuestos escaladores como nosotros-, hicimos caso omiso a la conciencia de Macho Alfa ("maricones, rajaos, nenazas!!) y decidimos bajarnos.

Afortunadamente la lluvia arreció y la conciencia Alfa cada vez hablaba con la boca más pequeñita y pasaba a ser la conciencia del "Sálvese Quien Pueda". Vamos, esa conciencia que ya no echa ni cuenta de "los niños y mujeres primero". Total, que comenzamos a rapelar desde las reuniones de la vía. Una vía clásica cuyas reuniones son clavos con más o menos solera, de esos que dan auténtico pavor a los acostumbrados a parabolts del 12 y chapones de acero.

En el segundo rápel que hacíamos encontramos una reunión de 2 clavos, tan monos ellos, tan inocentes, tan oxidados, ainss!! Pero qué seguridad rezumaban!!! Individualmente en cada uno me colgué y dí repetidos saltos para comprobar su fiabilidad (asegurado desde arriba por la cuerda). Aguantaron como machotes sin decir ni "mu"; puse dos seguros y no los triangulé (“pa qué” me dije yo, si cada clavo aguanta un autobús), por considerar que cada clavo por sí mismo era suficiente, y que el otro clavo quedaría como seguro por si el otro saltaba. Una vez los tres en la reunión comienza a rapelar Antonio.

El tiro del rápel no era en vertical (como fue mi comprobación previa), así que uno de los clavos decidió, por su cuenta y riesgo, que para esa dirección de tiro no se había probado y tomó la valiente decisión de abandonar la fisura (mojada y fría ella que estaba; porque, sabed niños, que no todas las fisuras y grietas son húmedas, cálidas y suaves), y nos quedamos los tres de un solo clavo y Antonio colgando a 1 m de la reunión.

Antonio subió luego, abandonamos material, triangulamos y seguimos rapelando (con el susto en el cuerpo) y un clavo de memorable recuerdo en nuestra vitrina de adornos; ni que decir tiene que la conciencia Macho Alfa había huido sendero abajo y nos esperaba calentita en la cocina de la furgo.

Posibles causas: sobrestimar la fiabilidad de un clavo; no triangular la reunión; comprobar un clavo en una dirección diferente a la del tiro real.

Consecuencias: ninguna salvo el susto.

Cómo evitar esto: triangular siempre las reuniones, por muy fiables que parezcan los anclajes independientes (salvo parabolts del 12, químicos y similares).

Lo que hemos aprendido hoy, queridos niños, es que si te dan de martillazos en la cabeza para que te metas en una raja, te meten un mosquetón por el ojete y encima se cuelgan de él, tienes todo el derecho del mundo de salirte cuando te salga de las pelotas. Yo si fuera clavo, lo haría fijo. Lo que me lleva a pensar que nos fiamos demasiado del material que encontramos en las vías cuando escalamos, y sobre todo, del que lo ha puesto. 

También hemos aprendido que una retirada a tiempo, puede ser una victoria, o por lo menos, un empate. Esto, amiguitos, lo podemos aplicar a nuestra vida diaria, con enormes beneficios para nuestra salud física y mental.

Si un viernes o sábado a las tantas de la madrugada, eres capaz de decir: "me tomo la última y me voy",  sin babear, sin trabucarte al hablar, y sobre todo, eres capaz de cumplirlo, te has convertido en un Máquina de las retiradas a tiempo. Si por el contrario, la última se convierte en la penúltima o la antepenúltima y te quedas, no desesperes. Podrás volver a optar al título de Máquina si haces caso al/la colega que menos borracho/a esté de tu grupo, y que te está diciendo que la/el que miras con ojos golosos es un/a cardo borriquero, y que no tiene que ser ni güena gente. Ya me lo dijo un sabio: "No desprecies a las 2, algo por lo que pagarías a las 8". En un after creo que me lo dijo.

Por último, recordar la importancia de llevar en nuestra mochila ropa interior de recambio y unas toallitas húmedas, por si no somos tan valientes y machotes como los tres guerreros de la roca de esta historia, y en vez de bajarnos sólo con un susto, nos ponemos perdíos de mierda allí mismo en la reunión. 

miércoles, 19 de marzo de 2014

ETERNO RETORNO

Hoy tocaba incidente, que no accidente. No hubo huesos rotos, ni camillas, ni muletas, ni nada. Solo cambio de ropa interior, manchada ligeramente debido al miedito, y el típico: "no contéis esto que os mato. Y si lo hacéis, decís que somos muy machos y no nos cagamos encima del susto". Pero no. Hoy me se apetece hablar de otra cosa.

A mí el fútbol, básicamente me la refanfinfla. Me da igual. Ni lo veo, ni lo sigo ni me importa. Y mira que llegué a jugar a la Liga Marca cuando salió. Pero cuando empezaron a pagar verdaderos disparates por tíos en calzonas que le daban patás a un balón (el que las daba), y que en la mayoría de los casos no tenían ni el graduado escolar, me di cuenta de que eso ni era deporte ni era ná. Puto Negocio, como un 7b+ buenísimo de uno de los mejores muros del Sur. Y estoy hablando de hace casi 20 años. Ahora no lo quiero ni saber.
Así era el último balón de fútbol que tuve. Ahora creo que son distintos

Conozco a algunos personajes porque es imposible no conocerlos. Salen a todas horas en la tele: que si ese con cara de panoli metrosexual ha llorado porque en un entrenamiento alguien le ha despeinado y no le queda gomina; que si el otro chiquetito con cara de bobo ha hecho un sinpa en hacienda; que si el que viste en el Siglo XXI como Don Johnson de Miami Vice (siendo de Camas) habla y sube el pan; que me llevo unos pocos millones pero soy más útil para la sociedad en libertad...en fin, ese mundo es una mezcla del Salvame Deluxe y Mujeres y Hombres y Viceversa. Pa matarlos a tos. 

Pero si me tuviera que decantar por un equipo, no lo dudaría: el Betis. Más que nada porque he sido Bético desde que nací. Pero sin fanatismo ni nada de eso. Me gusta este equipo y lo que representa. Y sobre todo el pique entre béticos y sevillistas. Eso, hay que ser de aquí para entenderlo.

Pues bien, el otro día, pensando un poco en el mejor sitio para pensar de un hogar, me di cuenta de lo similares que son el Betis y la escalada. Ambos, a veces, son un mojón. Quizás el entorno me llevó a esta conclusión...
Croquis del Sector Pensadero de mi casa. Para más información, consultar la web de Roca
                             
Siempre he pensado en lo desagradecido que es este deporte. No sé cuántos escaladores habrá en este país, o en el mundo, pero estoy seguro de que al menos aquí, son muy pocos los que se pueden dedicar por completo a ello. A escalar y/o entrenar casi a diario. La mayoría dedica el tiempo que puede, que suele ser poco o nada, a entrenar y a rezar para que no llueva el finde, ya que algunos sólo pueden escalar un día. Yo me encuentro en este último grupo: Los obreros del Rotpunkt.

Cuántas veces habré escuchado eso de: "ahora estoy retomando". Casi todos, por un motivo o por otro, tenemos épocas malas o muy malas en las que nos vemos obligados a dejar de escalar: lesiones, lluvia, familia, puta lluvia, desfiles de Drags Queen, puta lluvia de los cojones, obligaciones diversas, me cago en Maldonado y en el tiempo.es, etc. Iba a poner trabajo, pero está la cosa chunga. Que ahora parecemos todos bomberos, con tela de tiempo libre. Pero sin cobrar, eso sí.

Lo que viene siendo mayormente el Eterno Retorno. Siempre volviendo. Siempre intentando recuperar la forma (el que la tuviera) y dejar de ser redondito y de arrastrarse en los quintosmases como una culebra.

Pero cuando se alinean los astros y todo fluye, cuando escondes bajo llave los tocinos de cielo y no llueve, a veces, muy pocas veces, se dan esas situaciones en las que todo el sufrimiento, todo el esfuerzo, todas las penas, las lesiones, los momentos de desmotivación total, la frase esa que te golpea el selebro una y otra vez (Papá, te has agarrado a la cadena, te he visto. Calla niño), todo eso, se te olvida. Simplemente desaparece. 

Las bolas esas por lo visto son planetas

Cuando tienes un proyecto, el que sea y del grado que sea, te haces el nudo, te pones los gatos, y empiezas a escalar, y te vas dando cuenta de que ese pegue va a ser especial aunque no encadenes; que vas con una concentración absoluta, como si no fueras tú, como si te vieras escalar desde fuera, sin esfuerzo, fluyendo por la roca en cada movimiento, con precisión, con decisión, en ese estado de hiperconciencia en el que parece que te has tomado un tripi  y lo ves todo con otros colores (eso me lo ha contado uno que dice que es así), todo extrañamente real.

Los sonidos, los olores, el tacto de la roca. Pocas veces te has sentido así escalando. Y sobre todo, y por encima de todo, te estás divirtiendo escalando, hasta que sin darte cuenta, ya has chapado la cadena.

Esos momentos, para el común de los mortales escaladores, se suelen dar en muy, muy contadas ocasiones, y además, normalmente sin previo aviso.

Pero, al menos para mí, esos son los momentos que hacen que ame este deporte. Que no pueda vivir sin escalar, sin entrenar, sin dormirme pensando en los movimientos de alguna vía; que hacen que tenga junto al ordenador una bolsa con magnesio porque veo un vídeo de escalada (incluso de bloque, así de mal estoy), y me sudan las manos...

En definitiva, momentos esporádicos, aleatorios, de máxima plenitud y felicidad escaladora, que te cargan de energía para todo lo que venga después, aunque durante otros pocos meses te vuelvas a arrastrar por las paredes. 

Como el Betis. Estamos acostumbrados a pasarlo mal y a que nos de disgustos, pero ahí seguimos. Aguantando. Y a veces, pocas, te sorprende con un momento de esos y te da una alegría. Y no puedes evitar llevar durante unos días esa sonrisita guasona, que sólo si eres de aquí sabes lo que implica y todo lo que te cuenta sin decir una sola palabra. Y que significa que todo lo malo anterior, al menos durante un tiempo, se olvida. Porque merece la pena ser Bético. Y escalar.

lunes, 17 de febrero de 2014

ASAC

Ya que estamos con el rollo este de la seguridad y los accidentes, ¿os habéis preguntado alguna vez por la resistencia de los materiales que empleamos cada vez que vamos a escalar?.  Yo no. 
Pero ya que estamos, ¿cuánto aguanta esa reunión de la que nos estamos descolgando, o el anillo ventral de nuestro arnés?. ¿Cuál es la distancia mínima que debemos guardar con respecto a nuestro compañero de cordada, si ha desayunado tostadas con muchísimo ajo?. ¿Afecta la halitosis sabor ajo a la resistencia de nuestra cuerda?. ¿Debería jubilar las cintas exprés que me compré hace 20 años?

A resolver todas estas dudas y otras muchas cosas que no son dudas pero les entretiene mogollón, se dedica el magnifico equipo de personas humanas y semi humanas que componen ASAC FORMACIÓN. Son tantos y tan buenos profesionales, que enumerar sus nombres nos llevaría horas y horas. Así que paso. Por poner sólo un ejemplo, mencionaré al señor Curro Martinez, al que se puede considerar sin riesgo a equivocarnos alma mater de este proyecto. 

Pretendíamos incluir algunas palabras suyas, pero ha sido imposible localizarlo, más que nada porque no lo he llamado. Pero seguro que estaba haciendo algo con sus cacharritos. 

Entre sus últimos trabajos se encuentran un interesante estudio sobre los arneses de escalada publicado recientemente en la revista Escalar nº90:



Y otro no menos interesante sobre la resistencia de los anclajes más comunes utilizados en este deporte, que podéis leer en la página web de la revista Desnivel: 
Ya lo dice ese famoso dicho: "tienes más peligro que el Curro con un tractel"


Página web de ASAC: http://asacformacion.com/

Y en Facebook: 

miércoles, 12 de febrero de 2014

SEGUNDA PARTE DE LA CUARTA PARTE, VII. Anexo 1.a

Como os dije la semana pasada, aquí va el relato del asegurador:

Es un sitio como este fue el accidente, con sus rocas, sus árboles y sus cosas de campo.


Accidente en Benaocaz. Sierra de Grazalema. Cádiz.

Fecha: 24-11-2012
Lugar: Benaocaz.
Edad escalador: 38
Tiempo de práctica escalador: 20 años.
Edad asegurador: 39
Tiempo de práctica asegurador: 15 años.

Descripción de los hechos: después de hacer un par de vías en la sección derecha del sector, nos dirigimos a la parte central, justo antes de la zona con desplome. En una placa inicialmente tumbada, se abren dos vías que luego se complican más arriba. La sección inicial es un trepadero, algo descompuesto a la derecha, por donde la vía no pasa...

La hago yo de primero. Recuerdo tierra mojada de las lluvias de los días anteriores. La roca estaba bien, adherente, aunque con zonas de tierra y roca. Conforme escalo procuro no salirme de la línea de la vía hacia la derecha, ya que es la parte más rara. Tiro arriba y fuera.

Mi compañero se piensa si hacerla de primero o de segundo. Le explico un poco la parte de arriba, un 6b con un diedro a izquierda y una placa en medio... y decide darle de primero.

Él no lleva casco. Yo si lo llevo (asegurando y escalando). Me acerco a la pared y le aseguro de pie. Conforme va subiendo me alejo un par de metros de la pared

Comienza la sección tumbada y a unos 9 o 10 metros del suelo, mi compañero grita y se trae literalmente en la mano el bloque sobre el que estaba subido... tamaño bastante grande. Digo subido porque no es que lo cogiese con una mano y se le fuese el canto, sino que estaba con las manos sobre la arista superior y los pies en el mismo bloque.

Este bloque se encontraba un poco (sólo un poco) a la derecha de la vía. No puede considerarse que estuviese “fuera de la vía”.

La última chapa estaba a unos 3 metros por debajo. Yo peso 60 kg, él creo que andará cerca de los 75. Al caer, su peso y la caída me impulsan con fuerza contra la pared y en esos segundos veo como él rebota por toda la pared y cómo el peñasco se desmorona en un montón de trozos, algunos más grandes que otros. Los más grandes quedaron del tamaño de una cabeza.

No llega al suelo, se queda a poco más de 3 metros pero bastante conmocionado con los golpes. Me asusto porque esta colgado sobre la cuerda (tipo el grito de piedra) y hace intentos de incorporarse pero no puede. Yo me he dado un golpe en el pie derecho contra la pared y mi casco ha volado (¿? supongo que no estaría bien puesto el barbuquejo o como se llame eso). Miro atrás donde estaba asegurándole y está lleno de piedras del peñasco que se trajo de la pared.

Le pregunto cómo está; tarda en recuperar la cabeza y lo bajo. Se ha dado un golpe fuerte en el pie (izquierdo creo). Por lo demás, poco más. Aunque la cuerda tiene un bocado muy feo a unos dos metros del nudo de encordamiento. Entiendo que fue la caída del peñasco la que hizo la mella en la cuerda.

Al final fue un susto, pero nos quedamos fríos del susto, aparte de las mínimas lesiones que nos llevamos a casa.

El pie de vía es estupendo para ponerse a ver, charlar o lo que sea. Fue una suerte que sólo estuviésemos los dos escalando, porque si llega a haber alguien abajo se lleva la piedra fijo. Y podríamos haber salido de allí de otra forma muy distinta...

Posibles causas: para mí, la principal causa es no haber sabido leer la vía, en el sentido de que estaba claro que hay una sección un poco más descompuesta, además de fácil. Nos metimos en ella cuando días antes había estado lloviendo (varios días seguidos) con lo que eso implica para la roca y las zonas menos compactas. Y quizás en esas condiciones habría que tantear un poco la calidad de la roca por donde vas a pasar

Consecuencias: por mi parte un golpe en el tobillo que no tuvo más consecuencias. Para el escalador, un esguince y alguna otra cosa más.

Cómo evitar esto: aumentando la prudencia en situaciones en las que la roca pueda dar sorpresas, como zonas más descompuestas o menos compactas, tras lluvias abundantes, etc.
También habría que dar un toque de atención a los equipadores, para que sean conscientes de que la vía no es únicamente poner chapas, sino que el trabajo de limpieza y retirada de posibles bloques también forma parte del equipamiento.
Semanas más tarde me encontré con algunos de los equipadores de la zona y tras contarles la historia la respuesta fue, poco más o menos que: “unas veces les toca a unos y otras veces a otros”.

Tócate los huevos con la respuesta.

Sin más, que hoy no tengo ganas de escribir. Que me dijeron el otro día que alguien iba a publicar un libro con una recopilación de accidentes de escalada deportiva, y acabo de leer en Internet que ya ha salido el libro. Y por lo que cuenta el hombre, es lo mismo que lo que yo estaba haciendo. Ma cortao tol rollo, caniho.
Y ahora no sé si seguir con esto o volver a escribir guiones para pelis porno. En fin, me voy a echar una siesta, a ver si me aclaro un poco.